¿Qué es un ictus?

Un ictus es una interrupción del suministro de sangre al cerebro.

Puede deberse a una obstrucción (ictus isquémico) o a una hemorragia (ictus hemorrágico). Los síntomas pueden incluir problemas motores (hemiplejía, hemiparesia), pérdida de visión, problemas de lenguaje, confusión mental, etc.

En consecuencia, los ictus pueden causar daños cerebrales permanentes o incluso ser mortales. Los factores de riesgo son la edad, la hipertensión, el tabaquismo, la diabetes y las cardiopatías. La prevención y el tratamiento precoz son esenciales para minimizar los daños causados por un ictus.

¿Cuáles son las secuelas más frecuentes de un ictus?

Las secuelas más frecuentes de un ictus varían en función de la zona del cerebro afectada por la interrupción del riego sanguíneo.

Algunas de las consecuencias más comunes son:

  • Parálisis o debilidad en un lado del cuerpo: puede afectar a la capacidad para caminar, mover los brazos o las piernas o controlar los movimientos finos.
  • Deterioro del habla o de la comprensión: puede dificultar la comunicación con los demás.
  • Problemas de visión: puede causar alteraciones de la visión, como zonas oscuras o pérdida de visión en un ojo.
  • Fatiga: las personas con ictus pueden sentirse muy cansadas, incluso tras un breve periodo de actividad.
  • Problemas de memoria y pensamiento: las personas con ictus pueden tener dificultades para recordar acontecimientos recientes, planificar o resolver problemas.
  • Problemas emocionales: las personas con ictus pueden experimentar ansiedad, depresión, irritabilidad o cambios de humor.

Cada persona puede tener una combinación diferente de efectos y el alcance de los mismos también variará de una persona a otra. La rehabilitación, la terapia y el acompañamiento pueden ayudar a las personas con ictus a mejorar su calidad de vida.

¿Qué aporta la Estimulación Magnética Transcraneal a la rehabilitación motora del miembro superior?

El ictus puede causar parálisis o debilidad en los brazos, lo que dificulta la realización de tareas sencillas como peinarse, cepillarse los dientes o vestirse. La estimulación magnética transcraneal EMT se ha utilizado para mejorar la recuperación motora de la extremidad superior tras un ictus. El efecto de la EMT es una mejora clínicamente significativa de la discapacidad en pacientes con hemiparesia, al aumentar la capacidad de controlar los movimientos de los brazos afectados.

Existen varios beneficios potenciales del uso de la EMT para mejorar la recuperación motora de la extremidad superior:

  • Puede aumentar la activación cerebral en las zonas dañadas, lo que puede mejorar la capacidad de controlar los movimientos afectados.
  • Puede mejorar la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro de remodelar sus circuitos para compensar los daños causados por el ictus.
  • Puede ayudar a reducir la fatiga y el dolor asociados a la rehabilitación..

La estimulación magnética transcraneal (EMT), aplicada a baja frecuencia en la corteza motora contralesional durante el periodo post-agudo (entre una semana y seis meses después del ictus), ha demostrado ser eficaz para promover la rehabilitación y mejorar la función motora residual, al menos en la mano. Estos efectos beneficiosos se observaron principalmente cuando la EMT se utilizó como método de preparación antes de 30-60 minutos de entrenamiento fisioterapéutico y pueden persistir hasta 6 meses después de la intervención .

Aphasia and language disorders

La estimulación magnética transcraneal EMT se recomienda para pacientes con trastornos del lenguaje en la fase crónica del ictus2 .

La mayoría de los estudios han evaluado la eficacia de la EMT para la rehabilitación de la afasia no fluente, en la que el área de Broca está dañada por un infarto de la arteria cerebral media.

La EMT suele aplicarse a baja frecuencia en el hemisferio cerebral derecho, es decir, en la zona opuesta a la dañada. La neuronavegación permitirá apuntar al área cortical pars triangularis, que es la parte triangular de la circunvolución frontal inferior que da a la parte anterior del surco lateral (área de Brodmann BA45). A veces también se ha utilizado con éxito la zona vecina pars opercularis (BA44).

El objetivo de estas estimulaciones es siempre el mismo: regular a la baja el aumento de la actividad cortical en el hemisferio contralesional, reduciendo así la inhibición interhemisférica en las regiones corticales lesionadas, que se cree que interfiere en el éxito de la recuperación del lenguaje.

Estas sesiones van seguidas inmediatamente de ejercicios de reeducación (logopedia).

 

  • 1 Lefaucheur JP, Aleman A, Baeken C, et al. Evidence-based guidelines on the therapeutic use of repetitive transcranial magnetic stimulation (rTMS): An update (2014-2018). Clin Neurophysiol. 2020;131(2):474-528, doi:10.1016/j.clinph.2019.11.002
  • 2 Arheix-Parras S, Barrios C, Python G, et al. A systematic review of repetitive transcranial magnetic stimulation in aphasia rehabilitation: Leads for future studies. Neurosci Biobehav Rev. 2021;127:212-241. doi:10.1016/j.neubiorev.2021.04.008